La mala calidad de los óvulos se asocia a un mal resultado en la Fecundación in vitro (FIV) por varios motivos:
- Los óvulos, u ovocitos, pueden no responder adecuadamente a la estimulación ovárica: los folículos no crecen con normalidad, generan folículos vacíos, o el óvulo no madura de forma adecuada.
- Los ovocitos pueden presentar dificultades en la fecundación, consiguiendo menos embriones de los esperados con una fecundación normal.
- Se observa una mala evolución de los embriones, especialmente durante los 3 primeros días de cultivo.
- Hay una baja tasa de implantación embrionaria.
- Aumenta el riesgo de los abortos de repetición.
La calidad de los ovocitos hace referencia a la capacidad que tiene un óvulo para convertirse en un potencial embrión y, por tanto, lograr gestación. Aunque es más habitual que mujeres con una baja reserva de ovocitos presenten una mala calidad de los óvulos, no siempre es así. Hay pacientes que, teniendo una buena reserva ovárica, presentan óvulos de mala calidad.
Causas de mala calidad de los óvulos
- Edad: Es la principal causa de tener óvulos de mala calidad. A medida que se incrementa la edad disminuye no sólo la cantidad sino también la calidad de los ovocitos, debido principalmente a un fallo en la meiosis. Es conocido, que la calidad óvulos disminuye considerablemente a partir de los 35 años. A partir de los 40 años, el número de ovocitos de mala calidad supera a los de buena calidad.
- Endometriosis: debido a la liberación de sustancias tóxicas y proinflamatorias pueden alterar el desarrollo normal del ovocito.
- Ovarios poliquísticos: aunque no todos los ovarios políquisticos cursan con mala calidad ovocitaria, el desequilibrio hormonal producido en el ovario como consecuencia de una disminución de los estrógenos y un aumento de los andrógenos, puede empeorar la calidad de los óvulos.
- Hiperprolactinemia: Un aumento de los niveles de prolactina interfiere con las señales hormonales procedentes del hipotálamo que le llegan a la hipófisis, con los que se altera la normal secreción de FSH y LH. La falta de ovulación regular a la que se asocia, puede alterar la calidad de los ovocitos.
- Tabaco y Alcohol y malos hábitos dietéticos: generan estrés oxidativo mediante la producción de radicales libres, incrementando el “envejecimiento celular”.
- Obesidad: en mujeres con obesidad, el ambiente folicular es diferente, con una mayor presencia de triglicéridos, glucosa e insulina, que se traduce en una peor calidad de los ovocitos.
- Otros factores: quimioterapia, radioterapia, enfermedades autoinmunes.
¿Cómo se evalúa la calidad de los óvulos?
Conocer la calidad de los óvulos antes de un tratamiento de fertilidad es complicado y, a día de hoy, no hay ninguna técnica diagnóstica que nos permita conocer a priori la calidad ovocitaria en una mujer.
La mejor manera de comprobar la calidad de los óvulos es a través de un ciclo de FIV, ya que permite valorar la respuesta de los ovarios a la estimulación hormonal y analizar morfológicamente los ovocitos al microscopio una vez extraídos.
¿Se puede prevenir una mala calidad de óvulos?
Debido a que el principal factor de riesgo asociado es la edad, sería aconsejable realizar un tratamiento de preservación de la fertilidad antes de los 35 años, en caso de desear postponer la maternidad. Esto es especialmente importante cuando se dan patologías como la endometriosis.
Tratamiento de la mala calidad de óvulos
Aunque el principal factor asociado a tener óvulos de mala calidad es la edad y no hay un método realmente eficaz para combatirla, en los casos en los que la mala calidad de óvulos esté asociada a una patología específica, como la hiperprolactinemia o los ovarios poliquísticos, se puede llevar a cabo un tratamiento farmacológico dirigido.
Además, unos hábitos de vida saludables junto a una dieta sana y equilibrada pueden ayudar a mejorar la calidad de los óvulos. Para ello es aconsejable:
- Mantener índices de masa corporal (IMC) entre 18 y 25.
- Realizar actividad física moderada.
- Incrementar el consumo de alimentos que contengan vitamina E, debido a su poder antioxidante. Algunos de estos alimentos son: las espinacas, el aguacate, frutos secos (almendras, avellanas, nueces) o el aceite de oliva.
- Alimentos que contengan ácidos grasos omega-3, presentes en el aceite de linaza y en pescados como el bacalao, el salmón o el atún.
- Evitar insomnio, estrés o ansiedad.
- Complejos alimenticios: ácido fólico.
En URH García del Real, llevamos a cabo estrategias personalizadas en aquellas pacientes con óvulos de mala calidad para optimizar los resultados de un ciclo de fecundación in vitro.
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Dra. Andrea Casajuana Pérez – Ginecóloga especialista en Reproducción Asistida