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La FIV ICSI es la técnica de laboratorio que consiste en inyectar un espermatozoide en el citoplasma del óvulo para fecundarlo (intracytoplasmic sperm inyection) y conseguir un embrión. El primer nacimiento usando ICSI en España data de 1992. Según el último registro publicado, en el 2017 nacieron más de 10.000 niños mediante esta técnica.
Te contamos los pasos que hay que seguir en el laboratorio para hacer una FIV ICSI
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1.Procesamiento del semen para FIV ICSI
Para realizar una FIV ICSI se suelen utilizar espermatozoides del eyaculado, pero también se pueden utilizar espermatozoides obtenidos tras una biopsia testicular o aspiración de epidídimo.
Si utilizamos el eyaculado, se recomienda que el varón tenga entre 3 y 5 días de abstinencia. La muestra de semen se procesa en el menor tiempo posible (para evitar la degradación y fragmentación de ADN de los espermatozoides), se elimina el líquido seminal (fluido que acompaña a los espermatozoides) y se seleccionan los mejores espermatozoides. En URH García del Real esto lo hacemos mediante gradientes de densidad.
Hacer gradientes de densidad consiste en centrifugar el eyaculado haciéndolo pasar por tres medios de diferente densidad (de menos a más denso) durante unos 20 minutos. Así, los espermatozoides que naden más rápido serán los que consigan llegar al medio más denso; y los inmóviles o más lentos, se quedarán atrapados en las capas menos densas. Tras el centrifugado, seleccionaremos y lavaremos los espermatozoides de la capa más densa (donde se encuentran los mejores) y los usaremos para inseminar los óvulos en la FIV ICSI.
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2. Liberación (denudación) de los óvulos.
Los óvulos están rodeados de unas células, llamadas de la granulosa, que nutren y protegen al óvulo durante su trayecto por el tracto reproductivo de la mujer. Estas células, deben ser separadas del óvulo, para poder ver y sujetarlo, y realizar la ICSI.
Para disgregar las células de la granulosa se pone en contacto cada óvulo con una enzima llamada hialuronidasa, por un breve tiempo. Después, pasaremos los óvulos por pipetas de diferente diámetro (de mayor a menor diámetro), hasta conseguir liberarlos totalmente de las células de la granulosa.
Una vez liberados, clasificaremos los óvulos según su momento de división meiótica. Sólo los óvulos que están en estadío de Metafase II (MII) tienen posibilidad de fecundarse, y serán los que utilizaremos para la ICSI.
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3. Preparación de la placa de FIV ICSI
La placa de ICSI se prepara alrededor de una hora antes de realizar el procedimiento. Hay diferentes formas de prepararla. Básicamente, en una misma placa hay que poner varias gotas: unas microgotas para cada óvulo, una gota mayor con los espermatozoides procesados, y por último, una gota de un medio viscoso (generalmente PVP -polivinilpirrolidona-) para ralentizar el movimiento de los espermatozoides y poder cogerlos, uno a uno, con la micropipeta. Por último, toda la placa se recubrirá con aceite para protegerla de microorganismos y de cambios bruscos de temperatura y concentración de gases.
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4. Colocación de las micropipetas
Para realizar la ICSI, necesitamos dos micropipetas, vinculadas al microscopio. Una de ellas, llamada Holding, será la que sujete el óvulo para que no ruede durante la inyección del espermatozoide. La otra, denominada ICSI, es la pipeta (mucho más fina que la Holding) con la que cogeremos el espermatozoide y lo introduciremos en el óvulo.
Estas micropipetas se colocan dentro de unos soportes que están conectados a unos Joystick que permiten hacer micromovimientos en la dirección deseada, con cuidado de no dañar los óvulos.
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5. Procedimiento de la FIV ICSI
Una vez tenemos los mejores espermatozoides seleccionados, los óvulos libres de las células de granulosa que los rodean, la placa hecha y las micropipetas colocadas, comienza el procedimiento de la ICSI.
Sembraremos una cantidad de espermatozoides en el medio correspondiente y colocaremos un óvulo en cada microgota. Trasladaremos la placa al microscopio invertido (que aumenta la imagen hasta 400 veces) y, una vez comprobado que todo el sistema funciona, cogeremos unos espermatozoides y los llevamos al PVP para escoger el que tenga mejor morfología. El espermatozoide escogido se inmoviliza, dándole un pequeño golpe en la cola, que, además, induce una reacción bioquímica necesaria para la fecundación del óvulo.
El espermatozoide parado se introduce (por la cola) dentro de la pipeta de ICSI. Iremos entonces, a la gota donde está el primer óvulo, que sujetaremos con la pipeta Holding, e introduciremos el espermatozoide dentro del citoplasma del óvulo. Para confirmar que lo dejamos en el lugar correcto, debemos aspirar parte del contenido del citoplasma con la pipeta de ICSI, antes de inyectar el espermatozoide en su interior. Este procedimiento se repite tantas veces como óvulos tengamos para inseminar.
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Una vez acabado el procedimiento de FIV ICSI, trasladaremos los óvulos a una placa de cultivo dentro del incubador (que proporciona las condiciones más parecidas al tracto reproductivo femenino) y lo dejaremos unas 18 horas para valorar si se han fecundado. Como media el 80% de los óvulos inseminados se fecundarán.
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Como ves el FIV ICSI es una técnica que requiere muchos preparativos y experiencia por parte del embriólogo. Si tienes cualquier duda sobre este u otro procedimiento, contacta con nosotros. En URH García del Real te ofrecemos una primera consulta gratuita. Puedes pedir cita a través de nuestra web, o llamando al teléfono 917401690.
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Dra. Isabel Pons Mallol – Jefa del Laboratorio de Fecundación in Vitro y Andrología
Dra. Sylvia Fernández-Shaw Zulueta – Directora de URH García del Real
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