Está comprobado que el estilo de vida afecta a la fertilidad masculina. Varias publicaciones hablan de una disminución de un 50-60% en el recuento de espermatozoides en los últimos años. Una posible causa es que hayan aparecido factores ambientales y ocupacionales, a la par que hábitos de vida, que disminuyen la calidad del semen.
Una revisión publicada en 2017 incluye 74 artículos, publicados en los últimos 10 años, sobre los hábitos que pueden afectar a la fertilidad masculina, y son los siguientes:
1. Tabaco
El consumo de cigarrillos es un factor de riesgo en la disminución de la fertilidad masculina. El humo del tabaco contiene especies reactivas de oxígeno (ROS) que pueden superar la capacidad antioxidante del cuerpo. Diferentes estudios han encontrado que fumar disminuye la calidad del semen, tanto en varones fértiles como infértiles. Empeora la concentración de espermatozoides, su morfología y su movilidad. Esto se observa más en grandes fumadores (más de 20 cigarrillos/día), que en moderados (10-20 cigarrillos/día) y fumadores leves (1-10 cigarrillos/día).
Además, el tabaco aumenta la fragmentación de ADN, las aneuploidías (alteraciones en el número de cromosomas) y las mutaciones genéticas en los espermatozoides. Se ha encontrado una relación negativa entre fumadores y las tasas de éxito de las técnicas de reproducción asistida (TRA). Un seguimiento en varones ex fumadores, observó que, cada año de haber dejado de fumar, reducía, en un 4% el riesgo de fallos de TRA, sobre todo, el riesgo de aborto.
2. Alcohol
El consumo de alcohol tiene un efecto negativo en el volumen de eyaculado y en la morfología y maduración de los espermatozoides. Parece que la causa es una interferencia en la producción de hormonas como la FSH, LH, GnRH y testosterona. Un estudio observó que un 72% de los varones que consumían alcohol de manera importante (>80g/día; ej: 6 cervezas/día), y un 63% de los bebedores moderados, tenían la morfología de sus espermatozoides alterada.
3. Drogas de ocio
La marihuana, cocaína, esteroides, opiáceos y metanfetaminas son algunos ejemplos de drogas con efecto negativo en la fertilidad masculina. El consumo regular de marihuana (más de una vez a la semana en los últimos 3 meses) disminuye la concentración y recuento de espermatozoides de los varones que la consumen. Este efecto se ve exacerbado cuando se combinan junto con otras drogas de ocio.
El consumo de cocaína en altas dosis, de manera crónica, produce una disminución en la tasa de embarazo y en el peso del recién nacido. Los consumidores de más de 5 años tienen menor concentración, morfología y movilidad de espermatozoides.
El uso de testosterona y derivados, para mejorar la apariencia física o los resultados deportivos, producen una supresión de la espermatogénesis, atrofia testicular e infertilidad. Estos hechos son reversibles, pero a veces, pueden tardar hasta 2 años en volver a valores normales.
4. Obesidad
La obesidad y el sobrepeso están asociados con una disminución en la calidad del semen y un riesgo incrementado de infertilidad. Los hombres obesos tienen un mayor porcentaje de espermatozoides con su ADN fragmentado y morfología alterada.
El exceso de adipocitos (células que almacenan grasa) produce una disminución en la producción de testosterona. Además, la acumulación de adipocitos en los testículos aumenta la temperatura escrotal, lo que produce ROS. Los hombres obesos, que se someten a tratamientos de reproducción asistida, tienen menores tasas de embarazo y niño en casa, y menos desarrollo de blastocistos.
5. Estrés psicológico
Aunque no todos los estudios encuentran efectos negativos en los mismos parámetros estudiados, coinciden en que el estrés afecta a algunos parámetros seminales porque puede alterar los niveles de testosterona y la espermatogénesis. Además, se asocia a una disminución de la libido, haciendo que las relaciones sexuales sean menos frecuentes, y disminuyendo así la probabilidad de embarazo de la pareja.
6. Edad paterna avanzada
El estilo de vida actual conlleva a un retraso de la búsqueda de embarazo tanto en varones como en mujeres. La edad considerada “avanzada” para la fertilidad masculina, no está bien definida ya que, dependiendo de los estudios, varía entre los 35 a los 50 años. Un metaanálisis de 90 estudios y 93.839 participantes, observó que el aumento de la edad del varón se asocia a una disminución en el volumen seminal y el número de espermatozoides totales, de buena movilidad y morfología normal, y un aumento de la fragmentación de ADN en los espermatozoides.
Otro estudio en varones sanos de 16 a 72 años, propone que, independientemente de la edad de la mujer, la tasa de embarazo se ve afectada negativamente cuando el varón sobrepasa los 34 años. Encontró que a partir de los 34 años disminuye el contaje total de espermatozoides y su movilidad; a partir de los 40 años, la concentración de espermatozoides y la morfología; y a partir de los 43, los espermatozoides con movilidad progresiva.
Otro estudio con óvulos de donantes, observó un 26% menos de probabilidades de conseguir un recién nacido vivo con cada aumento en 5 años de la edad paterna. La causa por la cual ocurre esto no está bien definida, pero probablemente se puede atribuir a los cambios fisiológicos del tracto reproductivo que ocurren con la edad.
7. Dieta
La dieta y la nutrición juegan un papel importante en la calidad del semen. La dieta mediterránea, rica en grasas omega 3, antioxidantes y vitaminas, y baja en grasas saturadas, se relaciona a buenos parámetros seminales.
La sustitución de carnes rojas por pescado puede mejorar el contaje de espermatozoides y su morfología. Al igual que la ingesta de frutas y verduras, aves, pescado, cereales y productos lácteos bajos en grasas.
La ingesta de carnes procesadas, productos lácteos grasos, alcohol, café y bebidas azucaradas se asociaron a peor calidad seminal y peores tasas de fecundidad.
8. Cafeína
Aunque en los estudios publicados no hay una relación firme entre el consumo de cafeína y la infertilidad masculina, parece que el consumo elevado de cafeína (2.9 tazas/día) puede aumentar el daño en el ADN del espermatozoide y el número de espermatozoides aneuploides (con un número de cromosomas erróneo). También se ha observado una menor probabilidad de embarazo y parto por ciclo de FIV.
Además, los varones que intra útero estuvieron expuestos a cafeína por un consumo excesivo de sus madres, tienen una tendencia a tener disminuido su volumen seminal y su testosterona en la edad adulta.
9. Calor en el tracto genital
La hipertermia en el escroto es un factor de riesgo en la fertilidad masculina. Varias de las actividades frecuentes en los varones pueden aumentar la temperatura escrotal y disminuir su fertilidad, como pasar muchas horas sentado, practicar ciclismo (más de 1h/diaria), o tomar saunas frecuentemente.
Hay también patologías leves en el varón que hacen que los testículos estén expuestos a una temperatura mayor de la adecuada y se asocian a una disminución de la fertilidad, como la presencia de varices en los testículos (varicocele) o el descenso incompleto de los testículos a la bolsa escrotal (criptorquidia).
10. Alteraciones del sueño y uso de dispositivos electrónicos
Las alteraciones del sueño podrían afectar en la fertilidad masculina, aunque no hay una relación constatada y clara.
El uso de dispositivos electrónicos también podría influir en la calidad del semen, aunque tampoco hay una relación clara. Un metaanálisis encontró una asociación entre la exposición al teléfono móvil y una disminución en la movilidad y viabilidad de los espermatozoides. Mientras otro estudio, sólo la encontró in vitro.
En conclusión, el estilo de vida afecta a la fertilidad masculina. Es importante realizar una historia clínica exhaustiva a ambos miembros de la pareja, e informarles de que modificar sus hábitos puede mejorar su fertilidad.
Si tienes cualquier duda respecto a la fertilidad masculina, en URH García del Real estaremos encantados de ayudarte. Puedes pedir cita con nosotros sin compromiso a través de nuestra web o llamando al teléfono 91 740 16 90. Nuestra primera consulta es gratis y en ella trataremos de dar respuesta a todas tus preguntas.
Dra. Sylvia Fernández-Shaw Zulueta – Directora de URH García del Real
Dra. Isabel Pons Mallol – Jefa del Laboratorio de Fecundación in Vitro y Andrología