El EmbryoScope es un incubador que incorpora una cámara que captura imágenes de cada embrión, cada cierto tiempo, en siete planos diferentes. Esto permite una monitorización continua del desarrollo de los embriones durante el cultivo in vitro y, por tanto, incrementa la información acerca de los mismos.
El EmbryoScope o uso del time lapse para embriones in vitro es un instrumento muy útil para el campo de la investigación, aporta muchísima información en cuanto al comportamiento de los embriones durante sus primeros días de desarrollo. Sin embargo, está todavía por determinar si realmente aumenta la probabilidad de embarazo en los tratamientos de fecundación in vitro (FIV).
Posibles aspectos a su favor en el tratamiento de FIV:
- Reduce el tiempo que los embriones pasan fuera del incubador para ser observados y, en consecuencia, los cambios en la temperatura y el pH del cultivo in vitro.
- Podríamos transferir en el tercer día de desarrollo embrionario y evitar el cultivo largo a blastocisto en el laboratorio. Hay estudios que han desarrollado un algoritmo, basado en el cumplimiento de unos tiempos de división celular de los embriones, que puede predecir cuáles de los embriones, en día 3 de desarrollo, tienen una mayor probabilidad de llegar al estadio de blastocisto. Todavía está por probar que la tasa de implantación de los embriones escogidos para transferir con el embryoScope aumente con respecto a la transferencia en blastocisto en un incubador convencional, pero la transferencia en día 3 podría disminuir los efectos epigenéticos. Es decir, los producidos por agentes ambientales externos, pertenecientes al cultivo in vitro, que pueden interferir en el material genético del embrión.
Posibles aspectos en contra:
- No sabemos cuánto afecta la luz, que el EmbryoScope desprende cuando hace las fotos, a los embriones humanos. Hay investigaciones, con embriones de cerdo, que aseguran que el tiempo de exposición a la luz es menor que al que se exponen cuando los observamos en el microscopio invertido (cuando los sacamos fuera del incubador).
- En ocasiones son necesarios más de siete planos para visualizar al detalle la morfología de un embrión, sobre todo si presenta mucha fragmentación celular. Es frecuente necesitar rotar el embrión para la verificación de la fecundación, y para evaluarlo correctamente en el quinto día de desarrollo.
- Según recoge la Cochrane (red global independiente de investigadores, profesionales, pacientes, cuidadores y personas interesadas en la salud) “no hay pruebas suficientes de diferencias en los nacidos vivos, el aborto espontáneo, la mortinatalidad o el embarazo clínico para elegir entre el SCI (sistema de captura de imágenes) y la incubación convencional. Antes de poder hacer recomendaciones para un cambio de la práctica habitual se necesitan datos adicionales que comparen explícitamente el ambiente de incubación, el algoritmo para la selección de los embriones, o ambos.”
- A medida que el uso del EmbryoScope va siendo más generalizado en reproducción asistida se van desarrollando algoritmos que nos permitirán saber qué embriones tienen mayor probabilidad de embarazo. Lo ideal sería que estos algoritmos fueran generales para todos los embriones. Sin embargo, pero parece ser que los algoritmos varían en función de las condiciones de cada laboratorio, con lo cual, cada laboratorio debería desarrollar los suyos, y esto, puede resultar una tarea complicada que requiere estudios previos.
Está demostrado que hacer transferencia en blastocisto ayuda a elegir mejor el embrión a transferir, y con ello, a aumentar la tasa de embarazo. El EmbryoScope puede llegar a predecir qué embriones llegarán a blastocisto, pero, a día de hoy, no aumenta la probabilidad de éxito en un tratamiento de fecundación in vitro.
Dra. Rosa Cercas Duque – Embrióloga Laboratorio Fecundación In Vitro y Andrología