No hay una contestación sencilla a la pregunta de DGP sí o no. El diagnóstico genético preimplantacional (DGP) es útil en pacientes con abortos de repetición, fallo de implantación y FISH en espermatozoides alterado. Fuera de estos escenarios, su utilidad es más controvertida. Un correcto análisis de cada caso concreto es fundamental para poder recomendar la técnica a quien realmente se va a beneficiar de ella.
El DGP para analizar el número de cromosomas de los embriones, denominado PGS, consiste en analizar una o varias células del embrión y estudiar si tienen el número correcto de cromosomas (embrión euploide), le faltan o le sobran (embrión aneuploide). Para realizar un DGP es necesario someterse a un tratamiento de Fecundación in vitro (FIV). Los embriones normales se transferirán o se mantendrán congelados, y el resto se desecharán.
Resulta muy lógico pensar que el DGP es útil para todos los pacientes, ya que discrimina los embriones cromosómicamente normales de los que no lo son y, por lo tanto, debería ser una técnica a proponer a todas las parejas que acuden a hacer un ciclo de FIV. Sin embargo, al analizar las revisiones científicas al respecto, nos damos cuenta que la realidad no es tan sencilla.
DGP sí o no: Argumentos a favor
Quienes están a favor, argumentan que el DGP sí podría ser útil en disminuir el tiempo hasta el embarazo, ya que reduce el número de transferencias embrionarias al seleccionar los embriones cromosómicamente sanos. Hay parejas donde se espera un porcentaje de embriones con alteraciones cromosómicas mayor al normal. En estas parejas, el beneficio puede ser más claro. Esta circunstancia se da en parejas con abortos de repetición o fallos de implantación, donde un importante número de los no embarazos y abortos son debidos a alteraciones cromosómicas en los embriones.
El DGP podría ser útil también en otras dos circunstancias: en edad materna avanzada, ya que habrá un porcentaje alto de óvulos y embriones con alteraciones cromosómicas; y si el FISH en espermatozoides está alterado, pues aumentará la probabilidad de tener embriones con alteraciones cromosómicas.
DGP sí o no: Argumentos en contra
Se plantean varios argumentos en contra del DGP de origen biológico y técnico.
Embriones sin diagnóstico: Alrededor del 10% de los embriones biopsiados no tendrán diagnóstico, o no será concluyente, debido a problemas en los procesos de biopsia y fijación, o a la complejidad de las técnicas utilizadas. Paulson y col., en 2017, hablan de hasta un 40% de embriones normales perdidos por estas razones.
Mosaicismo embrionario: En ocasiones, los resultados del DGP son contradictorios; esto ocurre cuando nos encontramos ante un «embrión mosaico», es decir, cuando en un mismo embrión hay células normales y anómalas a la vez. El mosaicismo en un proceso natural que afecta al 10-30% de los embriones humanos. Los embriones mosaico se consideran no transferibles a no ser que no existan embriones sanos disponibles. En estos casos, para poder transferirlos, es necesario el consentimiento de la pareja y un consejo genético. Sin embargo, existen embarazos a término de niños sanos con embriones mosaico. Aunque es necesario un diagnóstico prenatal, no existe mayor riesgo demostrado que nazcan niños con enfermedades o malformaciones, sino que el riesgo más probable es el de no embarazo o aborto.
Necesidad de vitrificar (congelar) los embriones: Aunque el DGP se puede hacer en el tercer día de desarrollo embrionario y la transferencia dos días después (día + 5), una vez obtenidos los resultados, la tendencia actual es realizar la biopsia en día+5 ya que permite el análisis de un número mayor de células. Sin embargo, esto implica tener que vitrificar los embriones ya que los resultados no están a tiempo para poder hacer la transferencia en fresco y supone posponer el posible embarazo un mes y someter al embrión a una vitrificación y desvitrificación. Aunque hoy en día, la vitrificación embrionaria produce unos resultados muy buenos, el Registro SEF reporta alrededor de un 7% de embriones desvitrificados que no sobreviven al proceso.
Un DGP normal no es garantía de embarazo: Aunque la tasa de embarazo es más alta cuando transferimos un embrión caracterizado como normal con DGP, es fundamental informar a los pacientes de que esto no es garantía de embarazo. En el proceso de implantación intervienen múltiples factores a parte de la dotación cromosómica del embrión.
Cuestiones económicas: Es cierto que al realizar un DGP, habrá un ahorro económico al disminuir el número de transferencias; pero habrá que añadir el precio del DGP (que es costoso) y del cultivo largo embrionario, además de la vitrificación embrionaria y de la desvitrificación.
Los argumentos en contra del DGP hacen especialmente complejo su recomendación en pacientes con un número bajo de embriones para biopsiar. Esto es frecuente en mujeres mayores de 38 años, que teóricamente serían claras beneficiarias del DGP. Sin embargo, en estas pacientes,biopsiar, vitrificar y desvitrificar embriones y tener un porcentaje de embriones sin diagnóstico, nos puede llevar a disminuir aún más el número de embriones para transferir y empeorar su probabilidad de embarazo.
En Reproducción Humana Asistida, es fundamental realizar las pruebas necesarias sin caer en el sobrediagnóstico y sobretratamiento. Antes de dar por hecho que el DGP es útil para todos es importante analizar cada caso concreto para valorar pros y contras. En URH García del Real, de acuerdo con esta premisa, valoramos de forma individualizada cada pareja con el objetivo de ofrecerle el mejor consejo.
Si quieres saber si el DGP es útil en tu caso concreto o si tienes más dudas sobre la técnica, pide cita con nosotros para una consulta gratuita y sin compromiso o llama al teléfono 917401690. ¡Estaremos encantados de poder ayudarte!
Dra. Sylvia Fernández-Shaw Zulueta – Directora de URH García del Real
Dra. Isabel Pons Mallol – Jefa del Laboratorio de Fecundación in Vitro y Andrología