En los últimos años estamos asistiendo a importantes cambios en los tratamientos de fertilidad, derivados principalmente, del perfil de las pacientes que acuden a la consulta. Mientras la inseminación artificial conyugal (IAC) y la estimulación de la ovulación disminuyen significativamente; la fecundación in vitro (FIV) se mantiene estable; y la inseminación artificial con semen de donante (IAD), la ovodonación y la embriodonación cada vez son más frecuentes.
Tratamientos de fertilidad que aumentan y otros que desaparecen
En la siguiente tabla presentamos una comparativa de los tratamientos de fertilidad, realizados en los años 2008 y 2018, en URH García del Real.
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2008 |
2018 |
Estimulación ovárica |
2.7% |
2.4% |
IAC |
22.7% |
12.3% |
IAD |
2.3% |
6.7% |
FIV |
64.3% |
50.8% |
Ovodonación |
7.8% |
14.2% |
Embriodonación |
0% |
13.5% |
Explicamos varios de los factores que determinan el porqué de estos cambios en los tratamientos de fertilidad.
La edad de la mujer
Los cambios en los tratamientos de fertilidad vienen condicionados principalmente por edad de la mujer en el momento de buscar embarazo. Las mujeres se plantean cada vez más tarde tener hijos, por lo que la edad media de las pacientes que acuden a una clínica de fertilidad aumenta. Esto repercute directamente en una disminución de la reserva y calidad de sus óvulos y de la probabilidad de embarazo, ya sea espontáneo o con cualquier tratamiento de fertilidad.
Una edad más avanzada se puede asociar también a un empeoramiento de patologías de base, que hacen más difícil el embarazo, como es el caso de la endometriosis, o miomas uterinos. Además, una mayor duración de malos hábitos, como el alcohol o tabaco; o un estilo de vida gradualmente más sedentario, con aumento de peso, disminuirán también, poco a poco, la calidad de los óvulos y aumentarán el riesgo de aborto.
Por este motivo, en muchos casos, ya no es posible plantear tratamientos sencillos como la estimulación ovárica o la inseminación artificial, ya que estos tratamientos tienen un éxito muy moderado (menos del 10% si la mujer tiene 38 o más años). La fecundación in vitro, o incluso la ovodonación, con probabilidades de éxito más elevadas, se convierten en la primera elección para muchos pacientes.
Probabilidad de éxito de los tratamientos
Los avances técnicos en el laboratorio hacen que tratamientos como la fecundación in vitro o la ovodonación tengan probabilidades de éxito muy altas. La transferencia en blastocisto, la mejoría en los criterios de selección embrionaria o la introducción de las técnicas de diagnóstico genético preimplantacional, permiten transferir embriones con mayor capacidad de implantación y, por lo tanto, de embarazo. Sin embargo, en otros tratamientos como la inseminación artificial o la estimulación ovárica no podemos actuar a este nivel.
Por este motivo, aunque no haya una indicación clínica como tal, muchos pacientes prefieren apostar por un tratamiento que les ofrezca una mayor probabilidad de éxito.
Sencillez y personalización de los tratamientos
Algo que también influye en los cambios de los tratamientos de fertilidad es la sencillez y la personalización de los tratamientos. Si bien hace unos años hacer un tratamiento de Fecundación in vitro se consideraba algo complicado y difícil de compaginar con las actividades de la vida diaria, a día de hoy, los protocolos de estimulación se han simplificado muchísimo. La presentación de los fármacos hace muy sencilla su administración, en las clínicas de fertilidad reducimos al máximo los controles necesarios durante el tratamiento y somos mucho menos restrictivos en las medidas de reposo que recomendamos a nuestros pacientes.
El hecho de personalizar los tratamientos hace que los efectos secundarios y las complicaciones disminuyan y, también, que los resultados sean mejores.
Mujeres sin pareja masculina
Cada vez son más mujeres sin pareja masculina las que recurren a un tratamiento de fertilidad. Hace no tanto tiempo era muy raro que una mujer se planteara la maternidad en solitario o que una pareja de lesbianas decidiera tener un hijo. Pero hoy en día esto es algo bastante común y es otra de las causas responsables de los cambios en los tratamientos de fertilidad ya que hace que aumenten los tratamientos de inseminación artificial con semen de donante y la embriodonación, cuando la mujer es mayor de 40 años.
El caso de la embriodonación
Una mención especial dentro de la evolución en los tratamientos de fertilidad merece la embriodonación. Hace no tanto tiempo era un tratamiento inexistente, pero con el paso de los años la demanda de embriodonación crece de forma exponencial.
El aumento de los embriones disponibles para la embriodonación se debe a su vez, del aumento en los tratamientos de ovodonación, y el deseo mayoritario en las parejas de tener un solo hijo. Así, ha aumentado el número de parejas que, habiendo conseguido embarazo, deciden donar sus embriones con fines reproductivos a otros pacientes que los necesiten.
La embriodonación es una alternativa estupenda para mujeres sin pareja masculina que necesitan utilizar óvulos y semen de donante, y para pacientes que, por motivos varios, no pueden utilizar sus propios gametos, para conseguir embarazo. Se trata de un tratamiento sencillo, con una probabilidad de éxito alta y un coste muy asequible.
Si quieres conocer qué tratamiento de fertilidad es el más adecuado en tu caso concreto, en URH García del Real te ofrecemos una primera consulta gratis. Puedes pedir cita a través de nuestra web o llamar al teléfono 917401690. ¡Estamos aquí para ayudarte!
Dra. Sylvia Fernández-Shaw Zulueta – Directora de URH García del Real