El FISH (Fluorescence in situ Hybridization) en espermatozoides da información sobre algunos de sus cromosomas, los más frecuentemente alterados. Permite identificar si en los espermatozoides falta o sobra algún cromosoma (aneuploidías) o si existen dos copias de los cromosomas (diploidía). Estas alteraciones se dan en la naturaleza, y son normales siempre que estén por debajo de unos porcentajes determinados. Sin embargo, un porcentaje alto de espermatozoides con cromosomas alterados, se ha asociado a un mayor número de embriones anómalos, que pueden no implantar o dar lugar a abortos y, en un pequeño número, dar niños nacidos con algún tipo de patología.
Todas las células de nuestro cuerpo, menos los óvulos y espermatozoides, llevan la información genética en 46 cromosomas (23 pares). Los óvulos y espermatozoides, en cambio, llevan la mitad, es decir 23 cromosomas. Tras la fecundación, se juntan los 23 cromosomas del espermatozoide y 23 del óvulo y se produce un embrión que tiene los 46 cromosomas. Si, por alguna razón, el óvulo o espermatozoide tienen más o menos cromosomas de los debidos, el embrión resultante tendrá una carga genética anormal. Está indicado plantear el FISH en espermatozoides cuando hay una historia clínica de abortos de repetición o fallos de implantación en la pareja y se sospecha una posible alteración embrionaria.
¿Por qué se producen espermatozoides con un número de cromosomas alterado?
Los espermatozoides se producen en los testículos en un proceso llamado espermatogénesis. Algunas de las células en los testículos, origen de los espermatozoides, están ya alteradas, dando lugar a espermatozoides con un número de cromosomas mayor o menor de lo normal. Estas alteraciones son más frecuentes a medida que aumenta la edad del varón, sobre todo a partir de los 45 años; o tras someterse a procesos de radio y quimioterapia.
¿En qué consiste el FISH en espermatozoides?
El FISH en espermatozoides es una técnica citogenética que da información sobre determinados cromosomas mediante sondas fluorescentes específicas para cada cromosoma. Sobre una muestra de semen, se preparan los espermatozoides y se ponen en contacto con las sondas. Las sondas se dirigen a un cromosoma en concreto en cada espermatozoide, y como llevan marcadores fluorescentes, se pueden identificar al estudiar la muestra bajo un microscopio de fluorescencia. Cada sonda, para cada cromosoma, fluoresce de un color determinado (rojo, verde o azul).
¿Sobre cuántos cromosomas da información el FISH en espermatozoides?
El FISH en espermatozoides da información sobre un máximo de 9 cromosomas. Se escogen los que con mayor frecuencia presentan alteraciones. Generalmente son los cromosomas sexuales (X e Y), el 13, 15, 16, 17, 18, 21 y 22.
Lo ideal sería estudiar la totalidad de los cromosomas, es decir, los 23, pero esto no es posible por dificultades técnicas. No existen sondas con 23 colores diferentes para que cada una hibride a un cromosoma. Como esto no existe, lo que hay que hacer es lo que se denomina “rondas de hibridación”, que consiste en hibridar un número determinado de cromosomas, leer el resultado en el microscopio de fluorescencia, “limpiar” esa muestra de esas sondas, y volver a hibridar otros cromosomas. Esto produce que la muestra vaya perdiendo calidad y sea muy difícil obtener resultados concluyentes.
¿Cuántos espermatozoides se analizan?
Existen dos formas de contaje de espermatozoides, uno manual y otro automatizado (lo hace un ordenador). En el procedimiento manual, el observador lee no más de 500 espermatozoides. En el automatizado, es un ordenador el que realiza el contaje y cuenta alrededor de 10.000 espermatozoides.
¿Cuál es el límite de normalidad en el FISH en espermatozoides?
Los valores normales y alterados del FISH en espermatozoides dependen de cada cromosoma. Los porcentajes de normalidad se establecen para cada cromosoma en concreto realizando estudios poblacionales en varones con fertilidad probada. Así, por ejemplo, para el cromosoma 21, una muestra se considera alterada si el porcentaje de espermatozoides con ese cromosoma alterado está por encima de 0.5%.
Resulta sorprendente observar que se considera una muestra alterada cuando presentan valores superiores al 3.1% como máximo. Es decir, una muestra se considera alterada si hay 3.1 de cada 100 espermatozoides con cromosomas de más o de menos, y esto se considera una posible causa de la falta de embarazos o abortos. Esto es así porque estas alteraciones se consideran la “punta del iceberg”, es decir, cuando el porcentaje de espermatozoides alterados está por encima de la media estudiada, se considera que también existen anomalías que no podemos analizar, pero que están ahí, en otros cromosomas. A esto se lo denomina efecto intercromosómico.
¿Qué soluciones existen si el FISH en espermatozoides da alterado?
Desgraciadamente no existe nada que podamos hacer para modificar el número de cromosomas de un espermatozoide si ha salido alterado. Lo que sí se puede hacer es, una vez producida la fecundación (In Vitro) del óvulo, seleccionar el embrión con la carga genética correcta. Esto se denomina Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP).
Aunque no podremos saber si la alteración en el número de cromosomas se deberá al óvulo o al espermatozoide, el DGP nos permitirá elegir el embrión con el número de cromosomas adecuado para transferirlo al útero.
¿Por qué no se hace el FISH en los óvulos?
Un estudio de FISH implica que la muestra analizada se desnaturaliza y ya no sirve para utilizar en reproducción. En el caso de los espermatozoides, este hecho no tiene mucha importancia porque se obtienen a partir de un eyaculado obtenido por masturbación. Además, el número de espermatozoides obtenido suele ser elevado.
En el caso de los óvulos, no es tan sencillo. Para obtenerlos, la mujer debe someterse a una estimulación ovárica y punción folicular, igual que si fueran a utilizarse en una Fecundación In Vitro (FIV). El proceso, aunque no es complicado, sí es costoso, y sólo merece la pena realizarlo si esos óvulos se van a utilizar en reproducción. Además, el número de óvulos obtenidos es muy inferior y los resultados no serían tan veraces.
En URH García del Real, proponemos realizar esta técnica en casos de abortos de repetición y fallos de implantación en los que se duda si realizar un DGP. Si el FISH en espermatozoides está alterado podría indicar un beneficio en hacer un DGP. Lo realizamos de manera automatizada ya que los resultados son más exactos, veraces y reproducibles. Además, lo realizamos en 9 cromosomas, que es el máximo que la técnica permite analizar actualmente.
Si quieres saber más sobre el FISH en espermatozoides, puedes pedir cita con nosotros o llamar al 91 740 16 90, ¡te atenderemos de forma gratuita y sin compromiso!
Dra. Isabel Pons Mallol – Jefa del Laboratorio de Fecundación in Vitro y Andrología